La oferta de vivienda de alquiler con garaje supone apenas entre un 14% y un 26% del total en ciudades como Madrid, Barcelona y Valencia, por lo que se trata de un elemento extra que hace que incremente el valor del inmueble. En este artículo te explicamos cómo gestionar un contrato de alquiler de un piso con garaje o trastero.
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Contrato de alquiler por separado de piso y garaje
La legislación que regula el alquiler de una vivienda y el de un garaje o trastero no es la misma. En el primer caso se rige por la Ley de Arrendamientos Urbanos y en los otros dos por el Código Civil.
Es posible que el propietario decida alquilar todo junto, es decir, la vivienda junto al garaje o el trastero teniendo en cuenta que un piso con garaje puede aumentar su valor hasta un 7% más, según los expertos. En este caso todo quedará regulado bajo el mismo paraguas de la LAU:
Artículo 2: Las normas reguladoras del arrendamiento de vivienda se aplicarán también al mobiliario, los trasteros, las plazas de garaje y cualesquiera otras dependencias, espacios arrendados o servicios cedidos como accesorios de la finca por el mismo arrendador.
No obstante, está permitido separar estos elementos del contrato esperando obtener una mayor rentabilidad. Veamos, a continuación, las diferencias entre estos dos tipos de contratos de alquiler.
Duración. El contrato de alquiler de vivienda tiene una duración mínima por ley de cinco años prorrogables anualmente hasta tres más. En cambio, con un garaje o trastero la duración se establecerá entre las partes libremente.
Impuestos. En el caso de que se alquile por separado el garaje o trastero, el propietario tiene la obligación de repercutir el 21% del IVA, mientras que el alquiler de esos elementos dentro del contrato de vivienda habitual permite no aplicarles el IVA, así como deducciones en IRPF de entre el 50% y el 90%.

Alquiler de vivienda con garaje
¿Cómo hay que incluir el garaje o trastero en un contrato de alquiler de vivienda? ¿Hay que establecer una renta aparte para el garaje, o conjunta con la vivienda?
Si decides incorporar el garaje o el trastero al contrato de vivienda, es importante que se identifiquen claramente esos inmuebles indicando planta y número de plaza o trastero, así como que se establezca que se alquilan como anejos de manera inseparable de la vivienda.
De la misma forma, se debería establecer una renta total por el conjunto de la cosa arrendada (vivienda y anejos). En caso de que se especificara una renta para la vivienda y un importe aparte para el uso y disfrute del garaje o trastero, cabría la posibilidad de que en un futuro el inquilino decidiera unilateralmente dejar de disfrutar de dichos anejos y reclamar una reducción en el recibo mensual.
Alquiler de garaje sin contrato
¿Es posible formalizar un alquiler del garaje o trastero de una vivienda sin contrato por escrito? Sí, pero no es recomendable. Como empresa experta en la gestión de alquileres, Rentuos aconseja que los contratos de alquiler de cualquier tipología se formalicen por escrito para evitar malentendidos y conflictos posteriores.
Un contrato bien redactado debe incluir cláusulas como la duración así como el importe de la renta y las condiciones de uso de la plaza de garaje. Ante un desacuerdo puntual entre propietario e inquilino, será más fácil de resolver si hay un acuerdo firmado donde figuren los derechos y obligaciones de las partes.
Haya contrato escrito o verbal, es obligatorio declarar esos ingresos a nivel de renta, como de IVA.
Elementos de un contrato de alquiler de garaje o trastero
Como hemos mencionado anteriormente, un contrato de alquiler de una plaza de garaje debe incluir estos puntos clave.
- Identificación de las partes mediante los DNI del propietario e inquilino, domicilio, teléfono de contacto, etc.
- Detalles de la plaza. Esto es la ubicación exacta así como las dimensiones o cualquier característica que pueda ser de relevancia para su acceso o uso.
- Precio y forma de pago. Asimismo, es fundamental establecer si este precio puede aumentar y cómo se notificará si hay una actualización.
- Depósito y llaves. En la mayoría de casos se entrega un juego de llaves y un mando a distancia o tarjeta para acceder al garaje. Es recomendable en esos casos especificar lo que se ha entregado, así como establecer un depósito que cubra el coste del mando, en caso de que no se devuelva a la finalización del contrato.
- Duración del contrato y renovaciones.
- Buen uso de la plaza. Es conveniente indicar el uso que se puede dar al anejo. En caso de las plazas de garaje, que no se puede almacenar en ellas ningún tipo de elemento ajeno al vehículo. En el caso de trasteros, se podría prohibir el almacenamiento de materiales inflamables o perecederos.
- Cancelación del contrato. Resulta imprescindible que ambas partes sepan las condiciones bajo las que se puede finalizar el acuerdo y cuáles son los plazos de notificación.
- Penalización. El contrato puede incluir una cláusula de penalización si se produce un incumplimiento de alguno de los aspectos del contrato como retraso en el pago o uso indebido de la plaza.
Derechos y obligaciones de las partes en un contrato de alquiler de garaje
Como decíamos, en un contrato de alquiler de un garaje o trastero también debe quedar muy claro la responsabilidad de cada una de las partes firmantes del contrato.
Propietario. El dueño de la propiedad debe asegurar que esta se encuentra en buenas condiciones y es apta para su uso. Es su responsabilidad encargarse del mantenimiento y cualquier reparación que afecte a las instalaciones. También tiene la obligación de respetar la privacidad del inquilino y no interferir en su utilización del espacio alquilado. Podría inspeccionar la plaza pero siempre con previo permiso del ocupante.
Inquilino. El inquilino tiene la obligación de abonar el pago de la renta acordada puntualmente. Está en su mano mantener en buenas condiciones el espacio y respetar las normas de la zona o edificio donde se encuentre la plaza.
Por último, ambos tienen derecho a finalizar el contrato notificándolo previamente a la otra parte.