¿Es posible que te entreguen una nómina falsa para alquilar un piso? Esta práctica ilegal es cada vez más común. Hasta el punto de que el 10% de los inquilinos interesados en alquilar una vivienda presentan nóminas falsas, según la Agencia Negociadora del Alquiler. Según otras fuentes, este porcentaje se ha duplicado este último año.
Esta documentación falsa permite a los inquilinos pasar unos filtros de solvencia que de otra forma no superarían, mostrando un mayor nivel de ingresos y una situación laboral o antigüedad mejores de las reales.
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Claves para detectar una nómina falsa para alquilar piso
Para la mayoría de los propietarios no es fácil descubrir estos engaños a simple vista. Muchos estafadores utilizan programas informáticos de tratamiento avanzado de imágenes para copiar y manipular documentos a partir de versiones reales. Es más, en Internet existen anuncios que ofrecen hacer nóminas y contratos de trabajo falsos desde 30 euros.

Dada la dificultad de detectar estas nóminas falsas, es recomendable emplear varios métodos en paralelo que nos sirvan para contrastar todos los datos e identificar cualquier tipo de incongruencia.
Inspeccionar la nómina y el contrato
El primer paso a realizar consiste en inspeccionar visualmente la documentación. Para ello es importante solicitar al inquilino que nos entregue los documentos en mano, o bien digitalizados en la mejor calidad posible, idealmente en el pdf que le haya enviado la empresa. En todo caso han de ser imágenes perfectamente legibles e íntegras, con todas las páginas al completo.
Una vez disponemos de esas imágenes, debemos buscar incongruencias en los datos: diferentes fechas de antigüedad entre la nómina y el contrato, importes que no cuadran con el salario bruto o la liquidación neta, o un nombre de la empresa inexistente o con una dirección incorrecta, etc.
Las falsificaciones más burdas se pueden detectar por pequeñas variaciones en la tipografía donde figura el nombre del empleado o el importe del salario. Aunque estos casos son cada vez menos frecuentes.
En caso de que se trate de copias digitales, existen programas informáticos que sirven para detectar falsificaciones analizando los metadatos del documento, donde puede quedar registrado el creador del mismo.
Por supuesto, también hay que observar si esas nóminas y el contrato vienen selladas por la empresa.
Certificación de la empresa
Asegurar la veracidad de las nóminas es algo prácticamente imposible sin la colaboración de la empresa. Una de las vías posibles es pedirle al inquilino que solicite a la empresa una copia del contrato certificada. Esto es, sellada por la empresa junto con una carta emitida por la misma confirmando que tanto el contrato como las nóminas son verídicos.
Sin embargo en muchos casos esa colaboración de la empresa es difícil de lograr. Además se trataría de documentos igualmente falsificables. Aunque siempre se puede solicitar que dicha documentación sea enviada directamente desde un correo electrónico del departamento de recursos humanos de la propia empresa.
Cualquier otra verificación de los datos de la nómina o del contrato se topará con las limitaciones que impone la Ley de Protección de Datos Personales, que impide a la empresa confirmar si una persona consta en su registro de empleados, sin la autorización expresa del empleado.
Perfiles sociales
Si bien los perfiles sociales en muchos casos no aportan información relevante y son igualmente manipulables, en otros casos nos pueden dar una idea sobre el empleador actual (especialmente en LinkedIn) y como mínimo pueden ayudarnos a conocer mejor los hábitos de esta persona (hobbies, familiares, posesión de mascotas, etc.).

Declaración de la renta y vida laboral
Es también recomendable contrastar los datos de ingresos con la última declaración de la renta.
Igualmente podemos confirmar quién es su empleador actual solicitando al inquilino su vida laboral. Este último documento tiene la virtud de que se puede comprobar su autenticidad a través del Servicio de Verificación que ofrece la web de la Seguridad Social. Esta web permite descargar el pdf auténtico introduciendo el código CEA y la fecha de emisión del documento que figura en la copia que nos aporte el inquilino. Si hay alguna discrepancia, los datos correctos siempre serán los del documento que nos hemos descargado de la Seguridad Social. Si el código CEA no existe, también implicará que la documentación aportada es falsa.

Consecuencias de falsificar documentos
Falsificar un documento es un delito. El Código Penal determina en sus artículos 395 y 396 que el delito de falsificación “será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años”. Si el propietario detecta que la documentación que le ha proporcionado el candidato es falsa podrá denunciarlo, si lo descubre cuando ya se ha firmado el contrato, este podría ser declarado nulo, aunque para ello será necesario presentar una denuncia penal.
Como prevención a esta eventualidad se podría pedir a los inquilinos que firmen un anexo al contrato de alquiler donde aseguren que toda la documentación que ha aportado cada uno de los coarrendatarios es verídica, adjuntándola también a dicho anexo.
Cómo evitar inquilinos morosos
Una vez confirmes que toda la documentación es aparentemente verídica, deberás realizar un estudio de solvencia del posible inquilino. Esto no solo implica validar que tiene suficientes ingresos de manera estable, sino también confirmar que no figura en ficheros de morosos. Para ello es conveniente recurrir a la colaboración de una aseguradora o de una compañía de alquiler seguro como Rentuos.

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