La ocupación de bienes inmuebles es uno de los problemas que más ha crecido durante los últimos años. El último dato oficial que se tiene corresponde al 2017 donde se registraron más de 10.000 ocupaciones ilegales, según la Secretaria de Estado de Seguridad. Es por ello que en este post os damos unos consejos para saber qué hacer si okupan tu piso.
Evitar a los okupas es posible llevando a cabo las prevenciones pertinentes. Dentro de las medidas más importantes para la prevención de okupas está la de realizar una inversión en la seguridad de las ventanas y en la puerta de entrada del piso, sobretodo en zonas conflictivas donde la instalación de puertas antiokupas se vuelven primordial para garantizar la seguridad del piso.
La instalación de alarmas o cámaras de seguridad también puede llegar a ser muy útil puesto que si se alerta a la policía de inmediato estos podrán actuar y desalojarlos sin necesidad de una orden siempre que haya transcurrido poco tiempo desde la okupación.
En el caso de que te encuentres vendiendo o alquilando tu propiedad es importante tener unas precauciones básicas: no indicar el número de la calle ni el número de la puerta del piso en portales de internet, ni colgar carteles de se alquila en los balcones y ventanas. Además es importante siempre trabajar con agencias de confianza y nunca enseñar el piso a interesados que despierten recelos.
Llegado el caso desafortunado en el que tu piso sea okupado, es importante que conozcas las medidas legales que puedes tomar para recuperarlo lo más rápido posible.
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¿Qué hacer si okupan tu piso?
En el caso que te hayas enterado pronto (el mismo día) de la entrada de los okupas lo primero que debes de hacer es denunciar la ocupación ante la policía. Esto permitirá a la policía entrar a desalojar la vivienda sin necesidad de una orden judicial, puesto que se considera un delito flagrante, es decir que la ocupación se está produciendo o acaba de ocurrir.
Llegado el caso que ya sea demasiado tarde para que la policía pueda desalojar a los okupas es necesario interponer una demanda civil, ya que una vez se han establecido en tu vivienda estos estarán amparados por la inviolabilidad del domicilio. En el caso de no interponer la denuncia a tiempo se puede interpretar la despreocupación del propietario para recuperar el piso, cosa que agrava la situación.
Tras la entrada en vigor de la ley de desahucio exprés aprobada en junio de 2018, se ha permitido agilizar el proceso para recuperar las viviendas okupadas. Ahora el procedimiento es algo más fácil y barato, y se hace por medio de una demanda civil de desahucio. Esta debe ser puesta por el propietario de la vivienda ante los ocupantes desconocidos. Es importante que la demanda esté firmada por abogado y procurador.
¿Cuánto tarda el proceso?
Con las medidas impuestas con la nueva ley, el okupa debe acreditar en un plazo de cinco días desde la notificación, la existencia de algún título jurídico que pruebe que tiene derecho a permanecer en el inmueble (escritura de compra, contrato de alquiler…). Si no tiene cómo justificar la ocupación, el juez ordenará la entrega inmediata de la vivienda, y los okupantes no podrán interponer recurso alguno contra esta decisión. Puede ocurrir que los okupas presenten en el plazo de 5 días algún título falso que supuestamente acredite su estancia en la vivienda, cosa que puede ocasionar un retraso en el proceso.
El proceso termina con el llamado auto del juez, el cual establece el desahucio urgente el cual es irrecurrible y es ejecutable inmediatamente. Una vez se emite el auto, se produce el lanzamiento donde se invita a los okupas a salir voluntariamente. En el caso que no lo hagan se procede a dañar la cerradura y a tirar la puerta.
El tiempo estimado para recuperar un piso okupado en teoría no debería ser mayor a 30 días, sin embargo el proceso puede alargarse hasta 4 o 5 meses, esto dependerá en gran parte del juzgado, ya que estos cuentan con diferentes cargas de trabajo, lo que provoca que sea difícil precisar un plazo determinado.
Conclusiones finales
En conclusión, reducir las posibilidades de que ocurran este tipo de situaciones tan desagradables es fundamental.
Para ello lo más importante es reducir al máximo el tiempo en el que la vivienda está sin alquilar. Adicionalmente es recomendable instalar unas mínimas medidas de seguridad en la vivienda, e incluso si es posible en la finca. Las soluciones de seguridad conjuntas resultan muchas veces más económicas para el conjunto de propietarios que las soluciones individuales y pueden ser más eficientes.