¿Sabías que el 80% de los edificios y viviendas en España tienen un certificado energético de calificación E, F o G? Esto implica que son inmuebles con una gran ineficiencia constructiva. Las comunidades autónomas con los edificios más altos tienen más del 82% de los mismos con una calificación E, F o G, como País Vasco, Canarias, Baleares o Murcia, según datos de GBC (Green Building Council).
Si necesitas saber si es obligatorio tener el certificado para formalizar un contrato de arrendamiento, o quieres mejorar la eficiencia energética de tu vivienda, te recomendamos que leas este artículo.
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Qué es el certificado energético y para qué sirve
Se trata de un documento obligatorio para todos los propietarios que busquen vender o alquilar su casa. No disponer de uno vigente puede suponer una sanción de entre 300 y 6.000 euros.
El Real Decreto 235/2013 por el que se aprueba el procedimiento básico para la certificación de la eficiencia energética de los edificios, establece la obligación de poner a disposición de los compradores o usuarios de los edificios un certificado de eficiencia energética que deberá incluir información objetiva sobre la eficiencia energética de un edificio y valores de referencia tales como requisitos mínimos de eficiencia energética con el fin de que los propietarios o arrendatarios del edificio o de una unidad de éste puedan comparar y evaluar su eficiencia energética.
Este certificado indica cuánta energía consume la vivienda en condiciones normales, la emisión de CO2 y cuál es la eficiencia energética, marcada con las etiquetas de colores que van de la A a la G, la menos eficiente de todas. Además, incluye esta información:
- Identificación del edificio o de la vivienda.
- Inspecciones o comprobaciones que realiza el técnico al otorgar la certificación.
- Características energéticas del edificio.
- Recomendaciones para el propietario sobre posibles actuaciones para mejorar la clasificación actual.
La nueva Directiva Europea de Eficiencia Energética de la Edificación (EPBD) aprobada en 2024 obliga a los países miembros a la renovación del 16% de los edificios no residenciales menos eficientes para 2030 y, para 2033, el 26% con menor eficiencia mediante requisitos mínimos de eficiencia energética. Esto implica que todos los edificios tengan una calificación E como mínimo para 2030 y una A o B a partir de 2040.
Cómo conseguir el certificado energético
El propietario debe contratar un técnico especializado, que realizará una visita a la vivienda para estudiar los aspectos energéticos de la misma. Este informe refleja diferentes medidas de aislamiento y ahorro energético de la casa, como pueden ser el estado de las ventanas, cerramientos o los diferentes sistemas de climatización, así como aspectos de iluminación y ventilación.
El informe final incluirá algunas recomendaciones -si son necesarias- para mejorar la eficiencia de la vivienda.
El certificado debe ser validado por la Administración Autónoma local y se entregará una copia original al propietario. Tiene una validez de 10 años, excepto si se trata de la etiqueta G, en cuyo caso la vigencia será de cinco años. No obstante, es interesante actualizarlo si se han hecho obras de mejora o una rehabilitación de la vivienda.
Cuánto cuesta el certificado energético
No hay una tarifa establecida respecto al coste de conseguir esta certificación, ya que no depende de ningún organismo público. El coste variará en función del profesional con el que se contacte y las características básicas de la vivienda como el tamaño y ubicación. Las tarifas varían también en función de la competencia en cada ciudad. Por ejemplo, en Madrid y Barcelona es posible encontrar técnicos que realizan el certificado energético a partir de 60€, mientras que en ciudades más pequeñas es normal que cobren entre 80-90€. Un precio por encima de los 120€+IVA podría ser considerado como caro.
Cómo mejorar la eficiencia energética de mi vivienda de alquiler
El aislamiento térmico es la principal medida que se puede valorar en un piso, pudiendo mejorarse, por ejemplo, con la sustitución de ventanas. Otros factores estructurales del edificio también tienen un peso importante en la calificación energética, si bien son más difícilmente modificables, como la existencia de cámaras de aire, u otras medidas de aislamiento en fachadas y medianeras.
También son importantes para el ahorro energético el sistema de climatización -calefacción, refrigeración y agua caliente- o el uso de iluminación led. Asimismo, influye en la eficiencia energética el cambio de electrodomésticos por modelos de menor consumo: frigoríficos, congeladores, lavadoras, etc. que supondrán un ahorro para el hogar a medio plazo.
Obtén el certificado energético ahora
Como hemos mencionado anteriormente, el certificado energético de tu vivienda es obligatorio, si necesitas su obtención o su renovación, puedes dejarlo en manos de Rentuos que se encarga de toda la gestión, ahorrándote tiempo y dinero. Contamos con los especialistas adecuados para conseguir este certificado y gestionamos la visita del técnico a la vivienda por ti así como todo el papeleo necesario.
